Pertenece a la familia de las Crucíferas. Su origen parace estar en el Oriente Próximo y los romanos ya lo consumían, por eso es tan popular en Italia. Sin embargo, en España ha sido en los últimos 20 años cuando ha aumentado su producción y consumo. A tener en cuenta:El brécol ha sido calificado como la hortaliza de mayor valor nutritivo por su variedad vitamínica. Es una magnífica fuente de vitamina A, C, B1, E, ácido fólico y niacina. La Vitamina A ayuda al mantenimiento de los tejidos corporales, aumenta la resistencia a las infecciones, favorece el desarrollo del sistema nervioso, la vista y el crecimiento, interviene en la formación de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. Además, es un excelente antioxidante al igual que la vitamina C que participa en la formación de colágeno, huesos, dientes y ayuda a la absorción de algunos nutrientes como el hierro y el ácido fólico. Los folatos favorecen la formación de glóbulos rojos y blancos ayudando a fortalecer el sistema inmunológico. El potasio participa en el sistema nervioso, en el normal funcionamiento de la actividad muscular además de restablecer el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula, por ello es un buen diurético. El yodo de vital importancia para el correcto funcionamiento de la tiroides que interviene en el mantenimiento de la temperatura y metabolismo corporal. En recientes estudios se ha descubierto que el brécol contiene ciertas sustancias fitoquímicas que tienen propiedades para la preveción de ciertos tipos de cáncer y debido a que son compuestos azufrados son los culpables del fuerte olor que se produce al cocinarlo. Propiedades nutritivas:
Valor nutricional por cada 100 g
Destaca… Algunas de sus variedades son: Sprouting: son más comunes en los huertos familiares y su color blanco o púrpura cambia a verde tras el cocinado. Calabrese o brécol italiano: de color verdoso y exquisito sabor. Su temporada de recolección es en otoño. Además de esta clasificación, también se dividen atendiendo al momento de recolección en tempranas, intermedias o tardías. Nuestro trucoPara su conservación en nevera hay que meterlo sin lavarlo en una bolsa de plástico perforada y así durará unos cinco días. Si lo que se prefiere es congelarlo habrá que escaldarlo previamente sumergiendolo en agua hirviendo unos minutos.
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