Ajos

El ajo es una planta de raiz bulbosa perteneciente a la familia de las Liliáceas. Al bulbo se le denomina “cabeza”, que está compuesta por yemas que forman cada uno de los dientes, normalmente entre 7 y 15 por cabeza, colocados de manera superpuesta. Estos dientes están recubiertos por una capa gris o violácea que, al retirarla, desprende un aroma penetrante.

Aunque su origen se localiza en Asia Central, los chinos y los egipcios ya lo utilizaban en la antigüedad. Los principales países productores son la India, China, Corea y Egipto. En España se cultiva en Cuenca, Córdoba, Granada, Albacete, Ciudad Real, Madrid, Cádiz, Jaén, Badajoz y Segovia.

A tener en cuenta:

Las variedades más apreciadas son:

Ajo Blanco o común: Es el de cultivo más extendido en todos los paises. Redondeado, rústico, resistente y carnoso. Tiene un marcado sabor y aroma penetrante. Se suele consumir seco.

Ajo Rosado o Morado: Son más precoces que los blancos. Poseen una carne fina con un fuerte aroma y de sabor algo picante.

Ajete o Ajo tierno: Recolectado en fase de desarrollo, antes de que empiece a formarse la cabeza de granos. Suave, fino y de gusto singular, el olor y el sabor no son tan fuertes como en el ajo desarrollado. Se utiliza mucho para ensaladas, salteados, tortillas y revueltos.

Propiedades nutritivas:

Valor nutricional por cada 100 g

Calorias                                               114 kcal

Agua                                      64 ml

Hidratos de Carbono         24 g

Proteínas                             5,3 g

Fibra                                      1,2 g

Potasio                                 530 mg

Magnesio                             134 mg

Yodo                                      40 mcg

Vitamina B1                         0,16 mg

Vitamina B3                         2,2 mg

Vitamina B6                         0,32 mg

Destaca…

El ajo es uno de los productos al que más propiedades para la salud se le atribuyen. Es antiséptico, depurativo, diurético, bactericida, antiinflamatorio, estimulante del apetito y vasodilatador. Ayuda al sistema vascular reduciendo las tasas de colesterol y la presión arterial.

Diversos estudios han demostrado que los ajos son activos contra el virus A y B de la gripe. Asimismo, en caso de dolor de garganta, uno o más dientes de ajo machacados con un poco de agua (se debe beber lentamente), son un desinfectante poderoso de las amígdalas, descongestionan la garganta y aclaran la voz.

Indicado para combatir gripes, catarros, procesos febriles y respiratorios, algunos científicos avalan además su eficacia en la prevención de procesos tumorales o cancerígenos, sobre todo gástricos y de colon. No obstante, en personas que padecen de estómago, crudo o frito, les puede resultar indigesto o provocar ardor. También debe suprimirse en el caso de hemorragias por sus efectos anticoagulantes.

Estimulan el funcionamiento de diversos órganos y glándulas como el hígado, páncreas, tiroides, pituitaria, suprarrenales. Asimismo, tienen efectos beneficiosos contra la diabetes.

El mayor aprovechamiento de sus cualidades medicinales se obtiene consumiéndolo en crudo, dado que cuando se cocina, aunque elimina parte de su olor y sabor picante, pierde propiedades.

Nuestro truco

 Para evitar el olor que causa comer ajos crudos podemos acompañarlos de perejil, comer hojas verdes de apio, chupar  hojas de menta o cáscaras de eucalipto, o hacer enjuagues con agua y limón o manzanilla.

 

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